La berberina es un alcaloide de color amarillo brillante, extraído de plantas como el agracejo europeo, el sello de oro o la uva de Oregón. Desde hace siglos, ha sido utilizada en la medicina tradicional china y ayurvédica por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Hoy, este suplemento natural ha resurgido con fuerza en el mercado occidental, impulsado por su presunto efecto sobre el metabolismo.
Evidencia preliminar y promesas: La berberina se publicita como una ayuda para tratar afecciones como la diabetes tipo 2, la hipertensión, la hiperlipidemia e incluso para favorecer la pérdida de peso. Sin embargo, la evidencia científica disponible la califica como “posiblemente eficaz” solo en algunos de estos casos, según la base de datos de medicinas naturales de MedlinePlus, fuente oficial del Gobierno de Estados Unidos.
¿Regula la glucosa? ¿Mejora el perfil lipídico?
Control del azúcar en sangre
Diversos estudios muestran que la berberina puede reducir los niveles de glucosa en personas con diabetes tipo 2, mejorando la sensibilidad a la insulina y favoreciendo la captación de glucosa por las células. Algunos ensayos clínicos pequeños incluso sugieren que su eficacia podría compararse con la de la metformina, aunque los expertos insisten en que hacen falta investigaciones más amplias para confirmar estos hallazgos.
Colesterol y corazón
En personas con colesterol alto, la berberina también ha demostrado capacidad para disminuir los niveles de colesterol total, LDL (“malo”) y triglicéridos, al tiempo que podría aumentar ligeramente el HDL (“bueno”). Su mecanismo de acción se relaciona con la inhibición de PCSK9, una proteína que degrada los receptores hepáticos de LDL, facilitando la eliminación del colesterol de la sangre.
Un potencial aliado, pero no milagroso
Reducción de la presión arterial
Existe evidencia inicial de que tomar 0,9 gramos diarios de berberina junto con amlodipino puede mejorar la reducción de la presión arterial. Al mejorar paralelamente los niveles de glucosa y lípidos, sus beneficios vasculares podrían ser múltiples, aunque su efecto por sí sola sigue siendo objeto de estudio.

Síndrome de ovario poliquístico y digestivo
En mujeres con SOP, la berberina podría ayudar a regular los niveles de insulina, colesterol y testosterona, además de reducir la relación cintura-cadera. En el plano digestivo, su aplicación tópica ha demostrado aliviar aftas bucales y, combinada con antibióticos, puede ayudar a combatir la infección por Helicobacter pylori, responsable de muchas úlceras gástricas.
Impacto en el metabolismo y peso corporal
El entusiasmo en redes sociales se ha centrado en su supuesto efecto para adelgazar. Aunque algunos estudios muestran una reducción modesta del peso —unos 2 a 5 kg tras tres meses de uso—, los expertos advierten que este beneficio deriva más de la mejora metabólica que de un efecto supresor del apetito, como el que tiene Ozempic. En palabras de la Dra. Fatima Cody Stanford, “no se acerca ni de lejos” a los resultados logrados con semaglutida.
Una acción compleja y sistémica
La berberina activa enzimas como AMPK, considerada un sensor maestro de energía en las células. Esto conduce a una mayor oxidación de grasas, menor producción hepática de glucosa y mejora de la sensibilidad a la insulina. También podría influir en la microbiota intestinal, reducir la inflamación y mejorar la salud hepática, aunque muchos de estos efectos se han observado en modelos animales y requieren validación en humanos.
Seguridad y contraindicaciones importantes
Aunque considerada segura en adultos sanos a corto plazo, la berberina puede causar efectos adversos como náuseas, diarrea, gases o cólicos. Está contraindicada en el embarazo y la lactancia, ya que puede atravesar la placenta y provocar daño cerebral en el feto o el recién nacido. Tampoco se recomienda su uso en niños pequeños ni en personas con patologías hepáticas o renales sin supervisión médica.
Interacciones medicamentosas: un riesgo silencioso
La berberina puede alterar el metabolismo de medicamentos al inhibir enzimas hepáticas como CYP3A4 o CYP2D6. Esto podría potenciar o reducir los efectos de fármacos como ciclosporina, metformina, losartán, anticoagulantes o sedantes. En este sentido, los expertos subrayan la importancia de consultar con un profesional antes de combinarla con tratamientos médicos.
El 'Ozempic natural', entre el mito y la moda
Apodada en redes como el “Ozempic de la naturaleza”, la berberina ha sido ensalzada por influencers y usuarios de TikTok como un remedio milagroso. Pero los especialistas aclaran que sus efectos sobre el peso son modestos, y que su uso sin control puede ser incluso peligroso si hay adulteraciones en el producto o interacciones no previstas.
Conclusión: una herramienta complementaria, no una cura milagrosa: En resumen, la berberina podría ser un apoyo adicional para personas con problemas metabólicos, especialmente si está indicada por un profesional. Su potencial terapéutico es real, pero limitado. Como apunta la Dra. Melinda Ring: "la berberina puede ser adecuada para algunas personas si se utiliza apropiadamente, pero no es una solución milagrosa". Natural no significa inofensivo, y su uso requiere el mismo respeto y vigilancia que cualquier otro tratamiento activo