Fátima del Rosario Herrera Garrido, una joven jerezana de 23 años, ha sido convocada por primera vez para formar parte de la selección española que disputará el Campeonato del Mundo de Baloncesto VIRTUS 2025, dirigido a personas con discapacidad intelectual. El torneo, que se celebrará este mes de junio, representa una oportunidad histórica para esta disciplina, dos décadas y media después del escándalo que apartó a España de la competición internacional en esta categoría.
Herrera ha sido seleccionada para competir en la modalidad de baloncesto 5 contra 5, y viajará a Madrid el 15 de junio para concentrarse con el equipo nacional. Tras una estancia de ocho días, regresará a Jerez el 23. En total, son diez las jugadoras convocadas para esta cita internacional, procedentes de distintas regiones del país, entre ellas Andalucía, que estará representada por cuatro deportistas: dos hombres y dos mujeres.
La jugadora, que milita en el Unión Baloncesto Jerez en la categoría de baloncesto para personas con discapacidad intelectual (BDI), ha superado dos fases de preselección antes de conseguir un puesto definitivo en el combinado nacional. “Primero éramos unas 25 o 30 chicas, luego quedamos 15 y de esas salieron las 10 que vamos al Mundial”, explica en declaraciones a este periódico.
Su elección ha sido acogida con entusiasmo y cierta inquietud por parte de su entorno más cercano. Aunque su familia no podrá acompañarla en el viaje, Fátima cuenta con el apoyo incondicional de los suyos, especialmente de su abuela, “la más nerviosa”, admite entre risas. El campeonato tendrá lugar en Astaná, capital de Kazajistán, país fronterizo con Rusia. “Es un país bastante seguro”, señala, aunque reconoce que la distancia genera preocupación.
Fátima se declara nerviosa, pero confiada. Reconoce que sus entrenadoras en Jerez la han ayudado a mantener “los pies en la tierra” y valora la importancia de cuidar la salud mental en el deporte. “Muchos deportistas tienen que dejarlo por eso. Nosotros tenemos psicólogos, fisios, médicos… aunque todavía no sabemos quiénes formarán el cuerpo técnico definitivo”, comenta. En todo caso, destaca la experiencia de sus entrenadores, que han competido al más alto nivel nacional.
La mala experiencia en el fútbol
Su trayectoria en el deporte no ha sido sencilla. De niña practicó natación, pero deseaba jugar al fútbol. Sin embargo, el estigma que entonces rodeaba al fútbol femenino y episodios de acoso la alejaron de ese camino. "Sufrí mucho bullying en el fútbol", señala. El fallecimiento de su padre y el contacto con su actual entrenadora la llevaron al baloncesto, deporte que ahora considera más “legal y respetuoso” que el fútbol. “Yo digo que ella es mi ángel de la guarda”, afirma sobre la entrenadora que le cambió la vida.
Actualmente, Fátima compagina el deporte con su trabajo como administrativa en Accem, una ONG en Jerez. Destaca el ambiente laboral y la relación con sus compañeros. “Me siento una privilegiada. Nunca he sufrido discriminación en el trabajo y eso, teniendo discapacidad, es algo muy valioso”, subraya con emoción.
Respecto a las opciones del equipo español en el campeonato, Fátima prefiere ser prudente. “No conocemos el nivel de los rivales. Es la primera vez que se celebra un Mundial de baloncesto para personas con discapacidad intelectual en 25 años”, explica. Algunas compañeras participarán en la modalidad 3 contra 3, y podrán aportar información útil sobre los otros equipos, pero ella opta por centrarse en su preparación y “ver con qué nos encontramos”.
El regreso de España a un campeonato internacional en esta categoría despierta inevitablemente recuerdos del escándalo de los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000, donde el equipo nacional de baloncesto tuvo que devolver su medalla de oro tras descubrirse que varios de sus jugadores no tenían discapacidad. “Ese tema me duele mucho”, confiesa Fátima. “Es injusto que generaciones anteriores hayan perdido la oportunidad de representar a su país por culpa de un fraude. Para mí, poder competir con España es más que un sueño”.
