El primer vehículo autónomo de transporte público en Sevilla ha sufrido una avería apenas un día después de su puesta en marcha, empañando el arranque de unas pruebas piloto que pretenden revolucionar la movilidad urbana en el entorno portuario de la ciudad. La unidad forma parte de un ensayo promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS) y el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG).
Según diversas publicaciones en redes sociales, el vehículo habría quedado fuera de servicio tras pinchar una de sus ruedas debido a restos de cristales acumulados en la calzada. Usuarios han relacionado la presencia de estos residuos con el deterioro del entorno urbano portuario, señalando en concreto la falta de limpieza tras los eventos conocidos como “botellonas”.
El micro micro micro bus se ha pinchado con los cristales que nadie barre, nadie limpia, provenientes de la Barificación contínua de la Dársena y las botellonas. Y es que esta Dársena Portuaria de @PuertoDeSevilla es un peligro que nadie mantiene. pic.twitter.com/aU2wUcH6vf
— A.VV.PUERTOdeSEVILLA (@poder_civico) May 22, 2025
Pese a este contratiempo, la APS y el CTAG mantienen su hoja de ruta. Las pruebas del autobús sin conductor, concebido como una solución de “última milla” en movilidad, se prolongarán hasta finales de mayo. El trayecto habilitado conecta los muelles de Nueva York y Delicias, dos zonas clave del futuro Distrito Urbano Portuario, aún en fase de desarrollo.
El prototipo ha sido diseñado y fabricado íntegramente por el CTAG, y se trata de un vehículo eléctrico con capacidad para 12 pasajeros. Está adaptado para personas con movilidad reducida y cuenta con una autonomía de hasta 11 horas, lo que lo convierte en una alternativa sostenible para entornos urbanos de alta demanda.
Recorrido entre dos enclaves especiales
Además del trazado interno en el recinto portuario, la APS ha coordinado con el servicio de Tráfico del Ayuntamiento de Sevilla la circulación del autobús en un recorrido piloto entre dos enclaves emblemáticos de la ciudad: el Acuario de Sevilla y la Torre del Oro. Este tramo servirá como base para definir su posible integración futura en la red de transporte urbano.
Desde el CTAG destacan que el vehículo incorpora avanzados sistemas de detección, navegación y seguridad, que le permiten adaptarse de forma autónoma a entornos cambiantes. Entre ellos, cámaras, radares, sensores LIDAR y una arquitectura de control que garantiza el funcionamiento sin intervención humana directa, aunque con supervisión remota.
Las pruebas en Sevilla forman parte de un proyecto más amplio de investigación aplicada en movilidad inteligente y transporte público autónomo. El objetivo es evaluar en condiciones reales de uso tanto el comportamiento técnico del autobús como su aceptación social y su viabilidad operativa.